Rusia adoptará medidas de respuesta a las nuevas sanciones de Occidente, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Por supuesto, habrá medidas de respuesta (…) Hasta qué punto estas serían simétricas o asimétricas esto dependerá del análisis, hay que analizar todas estas restricciones”, dijo.
Moscú analizará las sanciones y actuará de acuerdo con sus propios intereses, señaló Peskov.
El presidente ruso, Vladímir Putin, durante una alocución televisada el 24 de febrero por la mañana, anunció el lanzamiento de “una operación militar especial” en el territorio de
Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL), ya reconocidas por Rusia como Estados soberanos, solicitaron la ayuda militar en virtud de los recién firmados tratados de amistad y asistencia recíproca, frente a lo que califican como agresión por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es “la desmilitarización y la desnazificación” de Ucrania. El mandatario ruso también amenazó con llevar a juicio a los autores de “numerosos crímenes sangrientos contra civiles”, pidió a uniformados y civiles en
Ucrania que no opongan resistencia a esa operación, y advirtió de que Rusia responderá de inmediato a cualquier fuerza externa que la amenace o se ponga en su camino.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró que los ataques militares no van dirigidos contra ciudades ucranianas ni ponen en peligro a la población civil sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, pidió al presidente Putin “en nombre de la humanidad, retirar las tropas a Rusia” y “no permitir que en Europa comience lo que podría ser la peor guerra desde comienzos del siglo”.
Estatus neutral de Ucrania
El Kremlin aseguró que está al tanto de las declaraciones del entorno del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de su disposición a dialogar sobre el estatus neutral del país.
“Es una nueva declaración y hemos tomado nota”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una comparecencia ante la prensa.
La nueva narrativa ucraniana implica que daría marcha atrás en sus planes de entrar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El ingreso de Ucrania en el bloque bélico es para Moscú una línea roja que no tolerará y es que una hipotética incorporación dejaría la puerta abierta para que Estados Unidos emplace sus misiles de ataque en las puertas de Rusia.
El propio Zelenski exteriorizó también la posibilidad de dialogar con Rusia después de que los misiles de alta precisión mermaran la capacidad bélica de su país con bases aéreas, radares, sistemas antiaéreos y otras instalaciones militares destruidas.
Peskov calificó de positiva la señal del mandatario ucraniano. “Tenemos que analizarlo, no puedo agregar nada más”, apostilló.
El conflicto entre Ucrania y Donetsk y Lugansk estalló en 2014 tras el golpe de Estado que se produjo ese año en Kiev.
Los dos territorios proclamaron su independencia en mayo de 2014 y desde entonces no cesan las hostilidades con el Gobierno ucraniano que han dejado más de 14.000, según estimaciones de la ONU.
La OTAN prometió en 2008 a Ucrania que se incorporaría al bloque militar en el futuro, pese a que ese país tenía en ese entonces el estatus de país no alineado.
Tras el golpe de Estado, las nuevas autoridades de Ucrania renunciaron al estatus neutral y en 2016 proclamaron la entrada en la OTAN como el objetivo de su política exterior. En 2019 incluso cambiaron la Constitución para conseguirlo.
En junio de 2020, Ucrania se convirtió en el sexto Estado que posee el estatus de socio de la OTAN con posibilidades ampliadas.
Con información de GV
