Un inflable con decenas de personas, incluidos niños, fue agujereado por agentes antes de que partiera hacia Reino Unido.
Los migrantes lograron evacuar antes de que el bote se desinflara por completo. El mar estaba agitado y había riesgo de naufragio.
Los gendarmes usaron cuchillos para destruir la embarcación, despojándose antes de sus chalecos antibalas para entrar al agua.
Cambio de táctica bajo presión británica
Este acto marca un cambio en la estrategia de seguridad. Policía francesa destruye bote de migrantes por primera vez en plena costa.
Normalmente, no intervienen dentro del mar por seguridad. Pero el caos los llevó a actuar.
El gobierno británico celebró lo ocurrido. “Es un momento significativo”, dijo el portavoz del primer ministro Keir Starmer.
Londres exige acciones más firmes para frenar los cruces hacia su territorio.
Decenas de personas quedaron varadas
Se estima que había más de 80 personas intentando abordar dos “botes-taxi” operados por traficantes.
El primero pasó de largo sin detenerse. El segundo, casi vacío, intentó recoger a los migrantes.
En medio de gritos y desesperación, la policía francesa destruye bote de migrantes al ver a niños en peligro.
Una mujer fue sacada del centro de la embarcación; otros nadaron hasta la playa.
El problema persiste
Tras la intervención, los migrantes recogieron sus pertenencias y se dirigieron a pie a zonas más al norte.
Buscaban retornar a los campamentos y esperar otro intento de cruce.
Francia evalúa usar patrullas marítimas para interceptar botes antes de que se llenen.
La crisis migratoria en el Canal de la Mancha continúa, mientras las tácticas se endurecen.
Con información de El Público Tv