|| EFE
Las críticas hacia la actuación policial durante la masacre en una escuela primaria de Uvalde aumentaron ayer en esta localidad de Texas (EE.UU.), donde las autoridades locales reconocieron que el atacante entró al edificio sin enfrentar oposición.
Mientras en la plaza central de Uvalde continuaban los actos solemnes en memoria de los 19 niños y dos maestras asesinados en el tiroteo del pasado martes, a unos kilómetros de distancia, las autoridades enfrentaban cada vez más preguntas sobre su respuesta a lo ocurrido.
Muchos vecinos de Uvalde no entendían por qué, a pesar de que el distrito escolar había duplicado recientemente su presupuesto de seguridad y formado a agentes para reaccionar ante tiroteos, no hubo una respuesta más rápida el martes.
La comunidad acudió ayer a rezar a la plaza central de Uvalde, donde se han instalado 21 cruces en honor a los asesinados.
Mientras, las familias continuaban los preparativos para los funerales de las víctimas, que aún no tienen fecha fija, y la Casa Blanca anunciaba que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitará Uvalde este domingo junto a su esposa, Jill.
Y la ciudad sumó una nueva noticia triste, al confirmarse que Joe García, el marido de una de las dos profesoras asesinadas el pasado martes, Irma García, falleció ayer de un infarto por la tristeza y dejó huérfanos a cuatro hijos, de 23, 19, 15 y 13 años.