Las autoridades libanesas confirmaron este domingo una «serie de violentos bombardeos» israelíes contra varias regiones de Nabatieh, en el sur del Líbano, sin informar de víctimas, en tanto el Ejército israelí aseguró haber atacado infraestructura subterránea del grupo chií libanés Hizbulá.
La agencia de noticias nacional libanesa, NNA, denunció ataques de la aviación israelí, en dos ocasiones, que tuvieron como blanco las localidades de Ali al Taher y Al Dabsheh, en las afueras norte y este de la ciudad de Nabatieh al Fawqa.
«A partir de las 8:00 horas de esta mañana, aviones de guerra enemigos lanzaron una serie de ataques aéreos, similares a una descarga de fuego, contra los bosques de Ali al Taher y Al-Dabsheh (…) lanzaron una gran cantidad de misiles altamente explosivos, cuyas explosiones causaron una tremenda deflagración que reverberó en muchas zonas relativamente alejadas de la zona de los ataques», dijo NNA.
«Como resultado, se levantaron densas nubes de humo que cubrieron el cielo de la región», añadió, indicando que «menos de una hora después, la aviación enemiga renovó su agresión, atacando la misma zona (…) con una serie de violentos ataques».
El medio oficial no informó de víctimas, pero subrayó que «los ataques causaron daños materiales en numerosos edificios residenciales en Nabatieh al Fawqa», mientras que la carretera Kfar Tibnit-Khardali «quedó bloqueada por rocas y escombros» y «se produjeron grandes incendios en el bosque de Ali al Taher».
El Ejército israelí había asegurado anteriormente que atacó «infraestructura militar, incluida infraestructura subterránea, en un emplazamiento de Hizbulá donde se identificó actividad militar», considerando que ese tipo de instalaciones violan los acuerdos vigentes entre Israel y el Líbano.
En un comunicado, el Ejército israelí advirtió que continuará operando para eliminar lo que represente una «amenaza» para el Estado de Israel.
Israel mantiene ataques frecuentes en territorio libanés pese al alto el fuego pactado por ambos países en noviembre de 2024, la mayoría de ellos dirigidos contra posiciones o miembros de Hizbulá.
EFE