El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, criticó fuertemente el aborto practicado a una menor de 11 años que resultó embarazada tras una violación. Caso que causó polémica en el país luego de que una jueza presionara a la niña a tener el bebé.
La menor, finalmente consiguió abortar en un hospital público del país, después de semanas de indecisión por la negativa de la togada a autorizar el procedimiento, que está amparado por ley para este tipo de casos.
La interrupción del embarazo de la niña fue calificada de “inadmisible” por el mandatario en un mensaje publicado en las redes sociales; que acompañó con la foto de un bebé que, según dijo, tenía 25 semanas.
“Un bebé de siete meses de embarazo. No se discute la forma en que fue generado, (o) si está o no respaldado por la ley. ¡Es inadmisible hablar de quitarle la vida a este ser indefenso!”, escribió Bolsonaro en otro mensaje.
El caso salió a la luz esta semana después de que el portal The Intercept Brasil divulgara al contenido de la audiencia en la que la jueza Joana Ribeiro, con el apoyo de la fiscal regional Mirela Dutra, presionaran a la niña para que tuviera el bebé y lo diera en adopción.
“¿Soportarías un poquito más?”, le preguntó Ribeiro a la niña, que entonces estaba con más de 20 semanas de gestación, en esa audiencia celebrada en mayo pasado, según recogió The Intercept Brasil.
BOLSONARO Y EL CASO DE LA NIÑA
La jueza alegó que dar luz verde a un aborto a esas alturas de gestación sería un “homicidio”, a pesar de que la víctima tenía derecho al mismo, y además determinó el ingreso de la niña en una casa de acogida para evitar que lo hiciera.
El asunto acabó en manos de la Justicia después de que el citado hospital de Florianópolis se negara a interrumpir en un primer momento el embarazo de la menor porque contrariaba sus protocolos internos, reseñó EFE.
Sin embargo, el Ministerio Público Federal recomendó en la víspera al hospital que cumpliera con la ley e interrumpiera el embarazo de la menor; que estaba cerca de entrar en la semana 29 de gestación.
En Brasil, el aborto solo se permite actualmente en casos de riesgo para la madre, violación o fetos con anencefalia.