Tras una conversación telefónica entre los ministros de Exteriores de ambos países, Yoshimasa Hayashi y Antony Blinken, tras el lanzamiento, el primero desde 2017 en sobrevolar Japón y que desató la alerta civil antimisiles en el norte del país, ambos “condenaron enérgicamente el lanzamiento por considerarlo una amenaza grave e inminente para la seguridad de Japón.
El secretario de Estado estadounidense y el ministro de Exteriores japonés acordaron seguir trabajando en el fortalecimiento de las capacidades defensivas de Japón “y confirmaron que reforzarán las capacidades de disuasión y respuesta de la alianza” y promoverán la cooperación trilateral con Corea del Sur, según el texto.