Más de 19.000 migrantes, en su mayoría venezolanos, han llegado a Nueva York desde mayo, lo que ha creado una crisis en el sistema público de albergues de la ciudad que recurre a hoteles y carpas para recibir a estas personas.
Pese a que el pasado viernes el alcalde Eic Adams declaró el estado de emergencia en la Gran Manzana, tan solo durante el fin de semana arribaron en varios autobuses 1.800 personas, mayormente desde Texas.
Unas 62.000 personas están en los albergues, que no estaban preparados para tanto flujo de personas, y según la Alcaldía uno de cada cinco ocupantes de los albergues es un inmigrante recién llegado.