El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió este lunes la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros para acelerar deportaciones de inmigrantes, luego de que 250 presuntos miembros del Tren de Aragua fueran trasladados a El Salvador.
«Estamos en tiempos de guerra porque Biden permitió que millones de personas, muchas de ellas criminales, vaciaran las cárceles de otras naciones y entraran en EE UU.», afirmó en una breve entrevista.
Sin embargo, la deportación masiva generó controversia legal, ya que un juez federal había bloqueado temporalmente la medida el pasado sábado para evaluar su legalidad.
El magistrado James Boasberg ordenó que cualquier avión con deportados en el aire regresara a EE UU, pero la Casa Blanca confirmó el domingo que los 250 venezolanos ya estaban bajo custodia salvadoreña.
«Es una invasión y estos son criminales, muchísimos criminales, asesinos, narcotraficantes de alto nivel, coyotes, capos de la droga, personas de instituciones mentales. Invadieron nuestro país, así que esto es, en este sentido, una guerra«, agregó.
El uso de la Ley de Enemigos Extranjeros, una norma del siglo XVIII, es un movimiento inusual, y expertos legales advierten que, si la administración ignoró la orden judicial, se abriría un nuevo frente de batalla sobre los límites del poder presidencial y el respeto al Estado de Derecho en EE UU.