El presidente ruso Vladimir Putin redobló ayer su apuesta en su problemática invasión de Ucrania con una declaratoria de ley marcial en las cuatro regiones que Rusia se anexó ilegalmente y preparativos dentro de su país para imponer nuevas restricciones y medidas represivas.
La orden de imponer una ley marcial desmiente los intentos del Kremlin de proyectar un regreso a la normalidad en las regiones anexadas. La realidad es que una administración militar ha reemplazado a los gobernantes civiles en la ciudad de Jersón, en el sur de Ucrania, y ya fue puesta en marcha una evacuación masiva en un momento en que se recrudece la contraofensiva ucraniana.
Al anunciar la ley marcial a partir de hoy, Putin le dijo a su Consejo de Seguridad: “Estamos trabajando para solucionar tareas muy complicadas a gran escala a fin de garantizar la seguridad de Rusia y un futuro a salvo”.
La declaratoria de ley marcial del mandatario ruso autoriza la creación de fuerzas de defensa civil; la posible imposición de toques de queda; restricciones al traslado y las concentraciones públicas; una censura más estricta y poderes policiales más amplios en Jersón y las otras regiones anexadas: Donetsk, Luhansk y Zaporiyia.