El Congreso argentino dio luz verde ayer al presidente Javier Milei para negociar un nuevo préstamo con el FMI, el mismo día en que miles de personas salieron en Buenos Aires a apoyar a los jubilados afectados por el ajuste, y en repudio a un acuerdo con el organismo internacional.
Convocados por sindicatos, organizaciones sociales e hinchadas de fútbol, los manifestantes se congregaron en torno al Congreso, protegidos varias cuadras a la redonda por vallas metálicas, decenas de camiones y carros hidrantes. El operativo policial incluyó más de 2.000 efectivos.
Los manifestantes exigen se incrementen la mayoría de las prestaciones que reciben en Argentina unos 7,2 millones de jubilados y pensionados (que son los que perciben una parte de lo que habría sido la jubilación del cónyuge fallecido).
Dentro del recinto, los diputados aprobaron por 129 votos a favor, 108 en contra y seis abstenciones un texto que prevé dinero fresco que debe acordar Milei con el Fondo Monetario Internacional, por un monto no especificado y a reembolsar en diez años. «¡Viva la libertad carajo!», festejó el presidente en la red X.
El monto obtenido, que se sumará a los 44.000 millones de dólares adeudados por Argentina en 2018, se utilizará para cancelar deuda con el Banco Central (BCRA) y pagar obligaciones del propio FMI.
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Agencias AFP/AP