El triunfo histórico de Arabia Saudita ante Argentina sigue siendo tema importante en el Mundial. Después de declarar tres días de fiesta nacional, el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salmán, ha decidido regalarle un automóvil a todos los futbolistas de la plantilla árabe.
No se trata de un carro cualquiera. Es un Rolls-Royce, concretamente el modelo Phantom, valorado en cerca de 500.000 euros.
El auto tiene unas prestaciones espectaculares, obviamente. Monta un V12 de 6,75 litros de cilindrada y 48 válvulas, con inyección directa de gasolina. Acelera de 0 a 100 km/h en solo 5,7 segundos.
El combinado de Arabia Saudita disputa su segunda jornada este sábado ante la Polonia de Lewandowski. En caso de ganar, tendrían prácticamente asegurado su pase a los octavos de final, lo que les supondría una nueva prima (y más importante) por parte de Bin Salmán.