La guerrilla del ELN, en negociaciones de paz con el gobierno de Gustavo Petro, anunció un “paro armado indefinido” en una zona empobrecida del noroeste de Colombia, pese a su compromiso de aliviar la violencia en esa región.
En un comunicado público difundido ayer, el frente de guerra occidental de esa organización prohibió la circulación y actividad a lo largo del río San Juan, Sipí, Cajón y Calima, en el departamento de Chocó, de mayoría afro.
“El paro comienza el día 15 del mes de diciembre de 2022 a partir de las 6:00 de la tarde”, advirtió el Ejército de Liberación Nacional (ELN), reconocido como el último grupo guerrillero en Colombia tras la desmovilización de las FARC, convertidas en partido político tras el pacto de paz de 2016.
Los rebeldes justificaron la acción armada aduciendo el asesinato el pasado lunes del “joven Santiago Cáceres” a manos de “paramilitares” en “connivencia” con la fuerza pública.
Tras cuestionar la supuesta inacción de las tropas frente a las facciones de ultraderecha, el ELN pidió a la población civil que “acate” el paro armado para evitar “inconvenientes”. “Nuestras unidades estarán emboscadas en el río prestando seguridad y manteniendo el control”, enfatizó en la declaración.
CAYÓ MAL
El anuncio cayó mal en el gobierno de Gustavo Petro, que a inicios de esta semana había dado por concluido “exitosamente” el primer ciclo de conversaciones de paz con la guerrilla en Caracas.
“El ELN debe obrar en coherencia, porque si estamos en un escenario de paz, pues debería considerar y valorar que ese tipo de comunicaciones en nada benefician” su “credibilidad”, sostuvo el comisionado presidencial de paz, Danilo Rueda, en diálogo con la prensa.
Rueda agregó que está en contacto con la agrupación para obtener una “respuesta al respecto”.
Agencia AFP