La derrota de Francia ante Argentina en la final del Mundial no impidió que grupos de aficionados se reunieran en algunas ciudades francesas y que en algunos lugares la situación degenerara en altercados y enfrentamientos con la policía, que detuvo a 227 personas.
Una cincuentena de todos esos arrestos comunicados por el Ministerio de Interior se llevaron a cabo en París, donde como es habitual las mayores concentraciones se produjeron en los Campos Elíseos, que es en París el tradicional lugar para festejar victorias deportivas.
Allí hubo concentraciones de aficionados tras el fin del encuentro Argentina-Francia en Catar que en algunos casos dieron lugar a altercados.
Algunos violentos lanzaron morteros de artificio contra las fuerzas del orden, que habían organizado un importante despliegue, sobre todo para el caso de una victoria de la selección francesa, con 14.000 agentes en toda Francia.
En la avenida de los Campos Elíseos, la circulación se había cortado con carácter preventivo, y permaneció interrumpida hasta la noche.
En Lyon, el diario Le Progrès cuenta cómo en el centro de esa ciudad se reunieron “grupos de alborotadores” en la icónica plaza Bellecour, espacio habitual de las celebraciones, donde también lanzaron morteros de artificio, quemaron papeleras y saquearon algunas tiendas, lo que llevó a las fuerzas del orden a intervenir.
De hecho, la Prefectura (delegación del Gobierno) explicó en su cuenta de Twitter que los participantes en los disturbios dirigieron proyectiles contra los agentes, que respondieron “de forma proporcionada para dispersar a los individuos hostiles”.
En la práctica, utilizaron gases lacrimógenos y un camión equipado con un cañón de agua a presión y procedieron a varios arrestos.
Varios policías resultaron heridos leves en unos incidentes que, según la Prefectura, concluyeron hacia las 22.00 horas.