La frontera sur de Estados Unidos vivía una jornada de suspenso ayer en torno al futuro de las restricciones al asilo desde que la Corte Suprema emitió una orden temporaria para mantener en vigencia los límites a la migración dispuestos en la época de la pandemia.
Estados de tendencia conservadora obtuvieron un respiro —que podría ser breve— en su intento de mantener vigente una medida conocida como Título 42 que permite a las autoridades expulsar a muchos pero no a todos los solicitantes de asilo. En una apelación de última hora a la Corte Suprema, argumentaron que el aumento brusco de la cantidad de migrantes afectaría a servicios tales como la seguridad pública y los servicios de salud, y advirtieron que podría haber una “calamidad sin precedentes” en la frontera sur.
El Departamento de Seguridad Nacional reconoció la orden de la Corte y dijo que continuará con los “preparativos para manejar la frontera de manera segura, ordenada y humanitaria cuando caduque la orden de salud pública Título 42”.