El Gobierno de Donald Trump publicó en el Registro Federal este martes la finalización del «parole humanitario», un permiso migratorio que ha permitido residir y trabajar temporalmente en Estados Unidos a unos 530,000 cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, luego del anuncio que se había anticipado el pasado viernes.
El beneficio migratorio expirará el 24 de abril, por lo que quienes se acogieron a él y no han aplicado a otro recurso migratorio deberán abandonar el país antes de esa fecha o arriesgarse a permanecer en el país de manera irregular.
Aquellos que no lo hagan serán puestos en la mira de los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) para su deportación.
Cada beneficiario será notificado por el Servicio de Inmigración y Ciudadanía sobre su situación migratoria. Los permisos de trabajo otorgados a través de este «parole» serán revocados y el DHS cancelará todas las peticiones de permiso de viaje solicitadas bajo este programa.
Las personas acogidas al parole tienen pocas alternativas para quedarse en el Estados Unidos, a menos que tengan otra base legal para permanecer como una petición de asilo o una solicitud de visa para víctimas de crímenes.
La decisión del gobierno de Estados Unidos de finalizar el programa de «parole humanitario» para ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela ha generado preocupación y debate en el país.
Actualmente, se está llevando a cabo un juicio en Boston que podría influir en el futuro de esta medida y en la situación de miles de inmigrantes afectados. Este proceso legal busca impugnar la terminación del programa, argumentando que la decisión es «imprudente, cruel y contraproducente».
Con información de Versión Final