Los Cascos Blancos, los socorristas de las zonas rebeldes en Siria, pidieron el miércoles a la comunidad internacional el envío de equipos para ayudarles en las tareas de rescate tras el devastador terremoto del lunes.
“Pedimos a la comunidad internacional que asuma su responsabilidad hacia las víctimas civiles. Hace falta que los equipos internacionales de rescate entren en nuestras regiones”, dijo el portavoz de los Cascos Blancos, Mohammad al Chebli.
“Es una verdadera carrera contrarreloj, la gente muere a cada segundo bajo los escombros”, añadió. Los Cascos Blancos, con años de experiencia adquirida en la guerra de Siria, constituyen la base de las operaciones de rescate en el norte del país, controlado por los rebeldes.
El balance del terremoto que golpeó el lunes Turquía y Siria ya supera los 9.500 muertos en los dos países. “Según nuestras informaciones, cientos de familias siguen todavía desaparecidas o atrapadas bajo los escombros”, añadió.
Con información de El Universal