La ONU está en conversaciones con el gobierno sirio para trasladar la ayuda humanitaria que ha almacenado en el país a áreas en el noroeste que han estado bajo control rebelde en los últimos años.
El transporte de la ayuda turca a través de la frontera ha sido difícil debido a la destrucción de las rutas terrestres. “Las negociaciones para enviar el convoy (a través de la línea que separa las áreas controladas por el gobierno y las no gubernamentales) todavía están en curso, pero que yo sepa, el gobierno lo ha aceptado como una medida de emergencia”, dijo Shivanka Dhanapala.
Agregó que las perspectivas de un acuerdo eran positivas, pero señaló que sin la aceptación del gobierno, todas las demás partes involucradas (grupos rebeldes) deben brindar seguridad al convoy. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, que trabaja en Siria para ayudar a las personas desplazadas por la guerra civil (un total de 6,8 millones), dice que al menos 5,3 millones de personas en las zonas afectadas necesitan algún tipo de refugio tras el terremoto.
En Siria, la situación es más difícil de evaluar debido a las dificultades internas, pero está claro que los efectos de los dos terremotos y sus múltiples réplicas no se produjeron solo en la zona norte del país, sino a más de 250 kilómetros de distancia. En medio de la guerra civil que ha desgarrado al país desde 2011, existe la preocupación de que el impacto de las ondas sísmicas en los edificios residenciales y la infraestructura se haya debilitado por años de bombardeos, dijo Dhanapala.
Con información de El Universal.