El texto menciona también los ejercicios sobre el terreno que aún continúan y que incluyen el ejercicio de desembarco anfibio Ssangyong, que concluye mañana.
Pionyang denuncia que en este periodo se ha realizado un simulacro táctico conjunto para “ocupar una ciudad” de Corea del Norte y afirmó que los ejercicios, que han incluido el despliegue de cazas F-35 surcoreanos o bombarderos B-52 y un portaaviones de propulsión nuclear, por parte estadounidense, constituyen “un simulacro de guerra de agresión para ocupar el territorio de la RPDC a través de un ataque preventivo”.
“EEUU y los títeres surcoreanos están abogando abiertamente por la ‘ocupación de Pionyang’ y la ‘operación de descabezamiento’, algo que antes hacían a puerta cerrada”, lo que según el editorial “muestra su pésima hostilidad” hacia Corea del Norte.
El texto acusa a Seúl y Washington de mentir al calificar estos ejercicios como “rutinarios” y “de carácter defensivo” y denunció también los planes de los aliados de llevar a cabo en junio el “mayor ejercicio combinado con fuego real” hasta la fecha para la celebrar el 70 aniversario de su alianza militar.
Pionyang insiste en el texto en que sus amenazas de responder con armas nucleares no son “palabras huecas”.
“Quedará bastante claro cómo se utilizarán las armas nucleares de la RPDC si la disuasión no funciona con aquellos que actúan locamente, sin mostrar miedo a este armamento”, concluye el editorial.
Desde que arrancaron las maniobras de primavera Pionyang ha realizado casi una decena de pruebas de armas, incluyendo la de un dron submarino nuclear que supuestamente es capaz de generar tsunamis radiactivos, y la semana pasada mostró a Kim Jong-un inspeccionando por primera vez cabezas atómicas para armamento táctico.
Fue la primera vez que el régimen mostró públicamente este tipo de armas, un mensaje que recalca que está volcado en potenciar su arsenal nuclear de corto alcance para su posible uso en la península coreana y su entorno.