El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió ayer al movimiento islamista palestino Hamás que deponga las armas y afirmó que sus dirigentes podrán irse de la Franja de Gaza, donde Israel prosigue sus mortales bombardeos.
Al menos 17 personas, «la mayoría niños y mujeres», murieron en bombardeos israelíes en Jan Yunis, en el sur del estrecho territorio palestino, gobernado por Hamás desde 2007, indicó el hospital Naser.
Uno de los ataques alcanzó una casa y una tienda con ocho personas desplazadas dentro, en el primer día del Aid al Fitr, la fiesta musulmana que marca el fin del mes de ayuno del ramadán, señaló Mahmud Basal, portavoz de la agencia de rescatistas de Gaza.
La Media Luna Roja Palestina declaró a su vez que recuperó los cuerpos de 15 socorristas muertos en disparos israelíes contra ambulancias en Gaza el 23 de marzo.
Según la organización, los cadáveres fueron encontrados enterrados en la arena.
La Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC, por sus siglas en inglés) se declaró este domingo «indignada» por el incidente.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, instó a Netanyahu a «cesar los bombardeos en Gaza y volver al cese al fuego», indicó en una publicación en X tras haber hablado por teléfono con el dirigente israelí.
Con información de Agencia AFP