El Gobierno israelí presentó este 31 de marzo una nueva propuesta para un alto el fuego con Hamas, en la que exige al grupo terrorista la entrega inmediata de gran parte de los cautivos que tiene en su poder.
La oferta llega en momentos en que el Ejército del Estado de mayoría judía continúa sus letales ataques contra el enclave para presionar al grupo islamista a aceptar sus nuevas condiciones.
El acuerdo que dio lugar al alto el fuego, cuyo próximo paso era avanzar a la fase dos, quedó en el camino, pero las ofertas para montar una nueva tregua siguen llegando a la mesa de negociaciones indirectas.
Según las estimaciones del Estado de mayoría judía, 59 personas aún permanecen secuestradas, y entre ellas 24 seguirían con vida.
Fuentes del Gobierno de Benjamin Netanyahu, entrevistadas por la agencia de noticias Reuters en condición de anonimato, señalaron que el alto el fuego propuesto se extendería entre 40 y 50 días.
La proposición llega después de que el grupo que controla Gaza desde 2007 aceptara una propuesta hecha por Egipto y Qatar, durante el fin de semana, en la cual se comprometió a entregar a los rehenes en el mediano plazo a cambio de que se concrete el alto el fuego.
Pese a las ofertas de tregua, el Ejército israelí continúa con sus ataques en el enclave y emitió nuevas órdenes de «evacuaciones», reiteradamente descritas por la ONU como desplazamiento forzado, en el sur de Gaza tras advertir ofensivas inminentes.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, declaró el domingo 30 de marzo que Israel intensificaría la presión sobre Hamás, pero que continuaría las negociaciones bajo fuego. «La presión militar continua es la mejor manera de asegurar el regreso de los rehenes», sostuvo.
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