Papá no está: ¿Cuáles son las consecuencias en los hijos?

|| David Marcano Duarte 

Según estudios, la figura paterna facilita la creación de vínculos de personalidad y marca la seguridad

Especialistas en el comportamiento humano o psicología conductista, opinan que la figura paterna en la crianza del niño es fundamental para la construcción de su personalidad. En ese proceso, el padre y la madre se complementan en sus roles para dar afecto, marcar pautas y reglas y así facilitar su crecimiento como persona autónoma y equilibrada.

Pero en relación a la figura del padre, los expertos coinciden que constituyen un referente indiscutible, si se toma en cuenta el gran valor en lo que tiene que ver a las conductas que desarrolla el hijo desde temprana edad.

En este sentido, el padre es una figura de mucha importancia en la crianza del niño, porque constituye el complemento ideal de la madre y no puede, ni debe, ser sustituido por ésta. Su presencia en todas las áreas de su vida, contribuye al sano desarrollo de su autoestima y ayuda a satisfacer en gran parte las necesidades afectivas y emocionales.

¿QUÉ HACER?

Los expertos recomiendan que el padre debe dedicar tiempo para compartir con su hijo en diversas situaciones. Es decir, tanto en la casa como en otros ambientes, que le ayuden a conocerlo y dejarse conocer.

De niño compartirán juegos y con ello la suma de muchos momentos que formaran parte de su experiencia en una actividad recreativa como es la sana competencia deportiva. Pero a medida que crece, esas actividades deben varias, según la preferencia de ambos.

Un padre que desea ser un buen referente para su hijo debe ser coherente y mostrar un interés genuino en lo que a su pequeño le importa y atañe. La relación debe ir creciendo en la medida que su hijo crece.

En torno a si se debe cultivar la amistad con los hijos, los especialistas coinciden en que si bien los padres pueden y deben ser amigables y divertidos con sus hijos, al final del día aún deben aceptar el papel de padres y no de amigos.

Los niños, y después el adolescente y el joven, necesitan que le coloquen límites, reglas y orientación.

De acuerdo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la paternidad es la relación que los hombres establecen con sus hijos en el marco de un proceso práctico y complejo, en el que intervienen factores sociales y culturales que además se transforman a lo largo del ciclo de sus vidas.

DESARROLLO BIOPSICOSOCIAL

En opinión de la Psicóloga Clínica, Allamey Sanz, es fundamental el rol que los padres juegan en las primeras etapas del crecimiento y desarrollo biopsicosocial del niño. En el caso de la etapa biológica es de suma importancia, porque cada padre tiene la función y el deber de custodiar las necesidades fisiológicas y básicas desde que nacen.

En cuanto al factor emocional, explicó que muchas veces los papás aportan un factor de protección, apego y seguridad, tan necesario en la formación del amor y del resto de las emociones positivas.

“Papá es el responsable de crear esos vínculos de personalidad, esa manera de seguridad que yo debo tener en mi casa, en mi hogar, eso es ser papá”, dijo.

Subrayó que una vez formado el grupo familiar, deben estar bien definidos los roles, de acuerdo al género, es decir, hombre y mujer.

“Desde el punto de vista social existen constructos que se han destinado a las funciones de género de cada quien. Por ejemplo, la mujer tiene una función según el género social, de cocinar, lavar planchar y otras cosas en el hogar socialmente aceptado, que el varón no debe hacer”, agregó.

Sin embargo, la experta aclaró que actualmente esa situación ha cambiado, porque ya existen papás que colaboran en las actividades rutinarias de la casa, lo que los especialistas han denominado funciones de casa compartida.

Tan sólo pensar que un niño crezca sin el afecto y la compañía de un padre, desde una perspectiva psicológica, es entender que estará carente de esa carga afectiva a nivel familiar.

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