Tom Cruise volvió a demostrar su inmensa popularidad en todo el mundo con el estreno mundial de Mission: Impossible – Dead Reckoning (Misión: Imposible – cálculo muerto). Esta es la séptima entrega de la saga de acción y cuya gala inaugural paralizó por completo el centro de Roma.
Las escalinatas de la emblemática plaza de España fueron el escenario elegido por el actor para presentar ayer el esperado filme -rodado durante la pandemia en la capital italiana bajo estrictas medidas de seguridad- que finalmente llegará a los cines el 12 de julio.
“Quiero agradecer a Roma y a Italia por permitirnos rodar aquí durante tiempos tan difíciles. Fue un honor y un sueño”, dijo Cruise a su llegada. Durante el encuentro, cientos de turistas y curiosos colapsaron las calles por varias horas -y bajo un sol de justicia- para ver, o siquiera atisbar, a la estrella de Hollywood.