Cientos de miles de israelíes volvieron a salir a la calle este sábado 29 de julio para mostrar su rechazo a la iniciativa, que limita los poderes de la Suprema Corte y cuya primera parte fue aprobada en el Parlamento gracias a la coalición gobernante.
De acuerdo a estimaciones publicadas en los medios locales, alrededor de 200.000 personas se concentraron en distintos puntos de Israel, incluidas las ciudades de Jerusalén y Tel Aviv, en lo que fue el trigésimo sábado de protestas contra la polémica reforma judicial que el Gobierno liderado por Benjamín Netanyahu comenzó a aprobar en la Knéset (el legislativo israelí).
A finales de marzo, el primer ministro israelí, quien regresó al poder siete meses atrás encabezando una coalición, había anunciado una pausa al proyecto de reforma, luego de las masivas manifestaciones en su contra que se habían registrado desde comienzo del 2023.
Pero tras el receso por el verano, la coalición gobernante impulsó atender la controversial iniciativa, que obtuvo finalmente su aprobación este lunes 24 de julio con los votos de los legisladores oficialistas y la abstención opositora, que se retiró del recinto en señal de protesta.
Tras la aprobación de esta reforma, que ya entró en vigor, los partidos de la oposición pidieron a la Suprema Corte que trate la legalidad de la normativa, que ya ha sido impugnada en tribunales por ocho distintas agrupaciones de la sociedad civil.