El ataque ocurrió en una zona rural de la localidad de Policarpa, una región en la que hacen presencia grupos de narcotraficantes y disidencias de las FARC.
“Rechazamos enérgicamente el cobarde atentado contra una patrulla en Nariño. Nuestra misión es proteger a los ciudadanos y no toleraremos la violencia contra nuestros policías. Trabajaremos incansablemente para llevar a los responsables ante la justicia y mantener la seguridad”, dijo en redes sociales el general Salamanca.
Los cinco heridos fueron trasladados al Hospital Universitario de Nariño, en Pasto, donde reciben atención médica.
El miércoles pasado el Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las FARC, hizo explotar un carro-bomba en el municipio de Buenos Aires, en el convulso departamento del Cauca, que dejó dos muertos y dos heridos.
El carro bomba estalló a unos 50 metros de la estación policial de Timba, un pueblo ubicado en el municipio de Buenos Aires, según afirmó el subdirector de la institución, Tito Castellanos.
Estos hechos ocurren justo un día después de que el Gobierno y el EMC anunciaran, justamente en Suárez, que instalarán una mesa de diálogos de paz el próximo 8 de octubre en la ciudad de Tibú, en la región del Catatumbo, cuando también arrancará un cese el fuego bilateral que se extenderá durante 10 meses.