Un funcionario del Pentágono confirmó que bases militares estadounidense en el sur de Siria y en el oeste de Irak sufrieron ataques con vehículos aéreos no tripulados, en medio de la creciente tensión en el Oriente Medio por el conflicto palestino-israelí.
Los sitios agredidos fueron la Base Aérea Al Asad y la Base Aérea Al-Harir, dejando un civil fallecido por un ataque al corazón y otros con heridas menores, precisó el secretario de prensa del Departamento de Defensa, Patrick Ryder.
Por otro lado, confirmó que un buque de la Marina estadounidense derribó tres misiles lanzados por combatientes hutíes desde Yemen, probablemente con destino a Israel.
“El equipo del destructor de misiles guiados USS Carney, que opera en el norte del mar Rojo, derribó más temprano tres misiles y varios drones que fueron lanzados por las fuerzas hutíes desde Yemen”, detalló en rueda de prensa.
El funcionario añadió que, aunque todavía no ha podido ser determinado “con certeza”, es probable que fueran lanzados “potencialmente hacia blancos [ubicados] en Israel”.
Los ataques contra las bases norteamericanas se dan en momentos en que Washington ha mostrado su apoyo a Israel, país que ha bombardeado constantemente la Franja de Gaza, dejando miles de muertos y heridos desde el pasado 7 de octubre, cuando el grupo palestino Hamás realizó ataques sorpresa en varios puntos del país hebreo.
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