Las autoridades rusas afirmaron que saboteadores militares ucranianos lanzaron un ataque en la frontera entre Rusia y Ucrania el lunes, hiriendo a tres personas en un pequeño pueblo. Kiev negó cualquier vínculo con el grupo y culpó de los combates a una revuelta de rusos descontentos con el Kremlin.
Ninguna versión de los hechos se ha podido verificar de forma independiente en un área que ha sido testigo de efectos secundarios esporádicos de la guerra de casi 15 meses en Ucrania.
El gobernador de la región rusa de Belgorod, que limita con Ucrania, dijo que un grupo de saboteadores de las Fuerzas Armadas de Ucrania ingresó a la ciudad de Graivoron, a unos cinco kilómetros (tres millas) de la frontera. La ciudad también fue blanco de la artillería ucraniana, aseveró.
El gobernador Vyacheslav Gladkov detalló que tres personas resultaron heridas por metralla en el asalto. Tres viviendas y un edificio administrativo sufrieron daños, agregó.
En la aldea cercana de Zamostye, un proyectil impactó un jardín de niños y provocó un incendio. Una mujer sufrió una herida en una mano, dijo Gladkov, que informó que los sistemas antiaéreos rusos derribaron un dron sobre la región de Belgorod.
Gladkov añadió que se estaba llevando a cabo una operación antiterrorista y que las autoridades estaban imponiendo controles especiales, incluyendo la revisión de documentos personales y suspendiendo las actividades de empresas que usan “sustancias explosivas, radiactivas, química y biológicamente peligrosas”.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin fue informado sobre la supuesta incursión del grupo saboteador. Se realizan esfuerzos para “expulsarlos del territorio ruso y liquidarlos”, indicó.
Peskov describió las acciones como un intento de Ucrania de desviar la atención de la ciudad oriental de Bájmut, que Moscú afirmó haber capturado después de meses de batalla, pero donde Kiev asegura que aun se sigue luchando.
