|| Rodolfo Gamarra / Fotos: Rodolfo Gamarra
Durante largos años han luchado para ganarse el derecho de poder ejercer su actividad económica sin restricciones
En las calles del casco central de Maracay se encuentra un grupo de trabajadores que desde hace varias décadas ha contribuido al desarrollo de la ciudad. Se les conoce como los fruteros y tienen sus puestos en la calle Santos Michelena.
Son hombres y mujeres que vienen de una tradición familiar en esta área comercial, que según coinciden, no ha sido fácil, pero sí ventajosa.
Durante largos años han luchado para ganarse el derecho a tener un lugar fijo para ejercer su actividad económica.
A pesar de la lluvia y del sol, han logrado con el trabajo diario, sacar adelante a sus hijos, darles estudios universitarios y alcanzar metas.
Estudiante y trabajador informal
José Flores, Ingeniero Agrónomo, se desempeña en esta actividad desde hace más de 32 años, aseguró que durante ese tiempo, deambuló por cada esquina de la ciudad.
“Vendí muchas cosas, hasta juguetes, pero lo que me gustaba era trabajar con las frutas y al final fue con esa actividad que saqué adelante a mis dos hijos, ambos profesionales”, exclamó con orgullo.
Flores narró que en sus primeros años sufrió persecución de forma constante por la policía, era estudiante y trabajador ilegal, dos actividades que en ese tiempo podían hasta constarle la vida.
A veces duraba varios días preso y le quitaban la mercancía. Contó que “afortunadamente” eso forma parte del pasado, porque actualmente le permiten trabajar con libertad y se encuentra amparado por la ley. “Los años de lucha dieron sus frutos”.
Madre soltera con dos hijos
Morelia Tablante, otra trabajadora de la zona, indicó tener más de 30 años como vendedora de frutas, verduras y hortalizas.
Antes de estar en la calle Santos Michelena, estuvo varios años frente al banco Mercantil y otros puntos donde le permitieran trabajar.
“Después de tanto rodar, fui ubicada en el Mercado de las Frutas y Hortalizas, en el bulevar, sin embargo, debido a que es un punto poco visitado, nos permitieron estar aquí en la avenida”, indicó Tablante.
Esta mujer, madre soltera también logró pagar los estudios profesionales de sus dos hijos con su empleo como vendedora de frutas. “No me quejo, a pesar de llevar sol y agua, he podido garantizarles todo lo necesario”.
UNA NUEVA GENERACIÓN
Siul Flores, ingeniero en telecomunicaciones, es un joven emprendedor con apenas dos años de trabajo con las frutas, sin embargo, su familia laboró por años en este ramo. Su padre, José Flores, conocido entre los comerciantes, fue quien le inculcó el amor por esta área comercial.
“Comercializo las especies exóticas como lulo, burujón, albaricoque, fresas de invernadero. La gente viene mucho porque saben lo que vendemos y ofrecemos productos de calidad”.
La mercancía la traen de Falcón, Mérida, entre otros estados del país. Aseguró que sus clientes son en su mayoría reposteros y emprendedores de la pastelería.
“Desde pequeño lo que vi fue frutería y es lo que me gusta, es como un arte. Si tuviera otro negocio jamás lo dejaría, esto me estimula a seguir y no agarrar un autobús y migrar del país. Continuaré con esta actividad mientras sea de mi agrado”.
Precios de las frutas más solicitadas
- Manzana grande Bs 30 unidad
- Fresa mediana Bs 100 Kg, hay quienes venden una bolsita en $ 1
- Mora Bs 100 Kg
- Cambur Bs 30 Kg
- Durazno de segunda Bs 40 Kg
- Lechosa Bs 40 Kg
- Guayaba grande Bs 50 Kg
- Melón Bs 30 Kg
EL DATO
Las frutas de buena calidad pueden durar hasta cuatro días con la debida refrigeración. Las de baja calidad unos dos días, estas se conocen como “millo” y se caracterizan por ser muy pequeñas.
