Carlos Duno / Agencia EFE
Unos quince años tuvieron que pasar para que un equipo venezolano se coronara en la Serie del Caribe. Tiburones de La Guaira rompió anoche la racha en Miami con una blanqueada de 3 carreras por 0 sobre los Tigres del Licey de República Dominicana.
Los Tigres de Aragua de Buddy Bailey en 2009 habían conseguido el último cetro venezolano en el clásico caribeño. En aquella ocasión, los bengalíes derrotaron 5-3 al representante mexicano.
La coronación de los Tiburones rompió una racha de tres derrotas seguidas en finales para los equipos venezolanos. Los representantes criollos cayeron en los duelos por el título en 2016, 2020 y 2023. La edición 2024 es la primera que un club de Venezuela gana con el nuevo formato que se implementó en 2013.
En un intenso duelo de pitcheo, Tiburones abrió la pizarra en la parte baja del cuarto capítulo. Alcides Escobar pegó un elevado de sacrificio para que Odubel Herrera anotará la primera carrera del partido.
En la quinta entrada, Hernán Pérez conectó un triple entre el jardinero derecho y central para traer la segunda rayita del encuentro. Más tarde, Herrera bateó un rodado de out para que Pérez anotara desde tercera y dejar el marcador 3-0.
Jorgan Cavanerio sacó un out clave con las bases llenas en el quinto capítulo luego que Ricardo Pinto se complicó tras una gran labor cinco entradas con dos tercios en blanco, donde permitió solo cuatro hits y ponchó a seis rivales.
El relevo venezolano cumplió el trabajo para mantener a los bateadores dominicanos sin chances de romper el cero en lo que restó de partido.
Por Tiburones, Hernán Pérez, Wilfredo Tovar y Alcides Escobar destacaron a la ofensiva. Pérez se fue de 3-1 con una anotada y una remolcada, mientras que Tovar culminó de 4-2 con una pisada y Escobar finalizó de 2-1 con una impulsada. Por los dominicanos, Robinson Canó de 3-3 y Kelvin Gutiérrez de 3-2.
Sobre el cierre del partido, los organizadores confirmaron el nuevo récord de asistencia en la historia de la Serie del Caribe con un total de 36.667 espectadores para ver a los venezolanos consagrarse por octava vez en el clásico caribeño.
FIESTA VENEZOLANA EN MIAMI
Vistiendo camisetas nacionales, alzando banderas y luciendo los rostros pintados con los colores de sus respectivos equipos, los aficionados de República Dominicana y Venezuela celebraban por todo lo alto el último partido de la Serie del Caribe que enfrentará a ambos países en la ciudad de Miami (Florida).
Varias horas antes de que iniciara el juego, cientos de aficionados llegaban poco a poco a los alrededores del LoanDepot Park, el estadio donde el equipo local de los Miami Marlins juega regularmente los partidos de las Grandes Ligas de Beisbol (MLB, por sus siglas en inglés).
A pesar del gran ambiente dominicano que había en la calle, parecía que los aficionados venezolanos se hicieron sentir mucho más. La razón principal es que la comunidad venezolana es mucho mayor en el sur de la Florida debido a la gran migración que se ha producido desde ese país a Miami en los últimos años.
Según datos del Instituto de Políticas Migratorias (MPI, en inglés) en el estado del “Sol” viven más de 400.000 venezolanos, en comparación con los 270.000 dominicanos.
PANAMÁ SE QUEDÓ CON EL TERCER LUGAR
Un cuadrangular de Iván Herrera coronó ayer la remontada de Panamá, que superó 5-4 a Curazao y se quedó con el tercer puesto de la Serie del Caribe.
Los Suns de Curazao habían tomado ventaja en el tercer episodio, cuando Roger Bernadina empujó una carrera con un sencillo. Jonathan Schoop lo siguió con un jonrón de dos carreras para poner la pizarra 4-1 a favor de los curazoleños.
El empate llegó en el sexto capítulo cuando Wright respondió con un elevado de sacrificio. Ello dejó el escenario listo para que, en el séptimo, Herrera respondiera. El pelotero de los Cardenales de San Luis disparó un jonrón solitario, su tercero en la Serie del Caribe, para darle la victoria a Panamá.