Agencias
Al menos 141 personas continúan desaparecidas, mientras que más de 400.000 han sido desplazadas.
El número de muertes por los temporales que azotan al sur de Brasil ocasionando inundaciones nunca antes vistas en la región suma ya 137 víctimas, según el último reporte divulgado este sábado por la Defensa Civil.
Al menos 141 personas continúan desaparecidas, mientras que más de 400.000 han sido desplazadas, de las cuales unas 340.000 han tenido que refugiarse en casas de amigos y familiares y unas 71.000 en albergues improvisados por las autoridades.
En total, ya son 444 ciudades afectadas y 1.950.000 personas damnificadas por lo temporales en la región.
Al menos 141 personas continúan desaparecidas, mientras que más de 400.000 han sido desplazadas, de las cuales unas 340.000 han tenido que refugiarse en casas de amigos y familiares y unas 71.000 en albergues improvisados por las autoridades.
En total, ya son 444 ciudades afectadas y 1.950.000 personas damnificadas por lo temporales en la región.
La situación más dramática se vive en Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay, donde se han reportado al menos 136 muertos y 756 heridos.
El otro fallecido fue reportado en el vecino estado de Santa Catarina, también afectado por la catástrofe, pero en menor grado.
Las lluvias que habían dado una leve tregua desde el jueves retomaron su intensidad este sábado, especialmente en el Vale de Taquarí, una de las regiones más afectadas en la última semana, y en Porto Alegre, la capital de Rio Grande do Sul.
Los temporales que castigan a la región desde finales de abril han dejado un rastro de caos y destrucción en el que decenas de ciudades han quedado total o parcialmente bajo las aguas, como es el caso de Porto Alegre.
Cientos de vías han sido destruidas o quedaron obstaculizadas y los damnificados sufren con la falta de servicios públicos; los hospitales están colapsados y sin condiciones adecuadas para atender a los pacientes.
La situación, además, ha dificultado la labor de los cerca de 28.000 efectivos (entre bomberos, fuerzas de seguridad y voluntarios) que ayudan en los rescates y a distribuir ayuda humanitaria.
En las últimas horas nuevas ciudades fueron tomadas por las aguas tras el desbordamiento de la Lagoa dos patos, en donde las aguas ya están un metro y medio por encima de lo normal.
La situación puede empeorar en las próximas horas, donde además de las fuertes lluvias se esperan fuertes vientos y una drástica caída de la temperatura.
Rio Grande do Sul, un importante polo agropecuario y un sector fundamental para el crecimiento del país, necesitará de al menos 18.839 millones de reales (3.700 millones de dólares o 3.400 millones de euros) para recuperarse de las inundaciones, según los cálculos del Gobierno regional.
Por el momento, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció un paquete de ayudas de 50.000 millones de reales (9.800 millones de dólares) para ese estado, que incluye medidas asistenciales directas, créditos subvencionados para empresas y ayudas para productores rurales, entre otras.