|| Rodolfo Gamarra
Es un riesgo real que demanda acción coordinada del sector científico, las autoridades y la industria
La gripe aviar, una enfermedad infectocontagiosa con potencial de transmisión de animales a humanos, representa un riesgo latente para Venezuela. Aunque el virus aún no ha sido detectado en el país, su presencia en naciones cercanas y la posibilidad de llegada a través de aves migratorias mantienen en alerta a las autoridades sanitarias y al sector avícola.
Adriana Méndez, decana de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UCV, campus Maracay, explicó en una reciente entrevista los protocolos de acción, las debilidades en diagnóstico y las medidas preventivas implementadas.
Insistió en que La influenza aviar puede ser mortal tanto en aves como para humanos, y su expansión en la región exige vigilancia. «En otros países cercanos ya está presente ese virus, y se han tomado medidas que redujeron contagios y muertes. Pero en Venezuela, al presente, no tenemos un diagnóstico confirmado», señaló Méndez. Sin embargo, el país no está inactivo.
Los investigadores del Instituto de Veterinaria desarrollan proyectos para enfrentar un eventual brote, y se han realizado charlas con organismos internacionales para fortalecer la respuesta.
Entre los focos de preocupación están los puertos y áreas de tránsito de aves migratorias. Ejemplo de ello es el Parque Nacional Henri Pittier en Aragua. «Sería ideal contar con laboratorios de diagnóstico en cada estado productor», afirmó la decana y destacó que, aunque el Instituto Venezolano de Investigación Científica (IVIC) tiene capacidad para pruebas PCR, la infraestructura en el interior del país “es insuficiente”.
Debilidades en la capacidad diagnóstica
La principal vulnerabilidad identificada es la escasez de laboratorios equipados. «Actualmente, el IVIC es uno de los pocos con capacidad para diagnosticar el virus. En estados como Aragua, los proyectos para reactivar o equipar laboratorios están en fase inicial», explicó Méndez.
Agregó que retomar las actividades del laboratorio avícola del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA) sería clave, pero por ahora, la capacidad de respuesta depende de kits de diagnóstico y equipos movilizables, como ocurrió durante la pandemia de COVID-19.
A escala comercial, explicó la decana, las granjas avícolas han implementado protocolos estrictos para evitar la entrada del virus, lo que incluye controles de acceso, desinfección y uso de indumentaria especializada por parte de los veterinarios.
«Un médico veterinario no puede visitar múltiples granjas en un mismo día. Debe seguir medidas como el uso de batas, botas y tapabocas», detalló Méndez. Estas prácticas, aunque rutinarias, son esenciales para prevenir brotes en un sector que maneja miles de aves en espacios confinados.
VIGILAR SIN ALARMAR
Aunque la situación no es alarmante, la proximidad del virus exige preparación. «No podemos bajar la guardia. Hay que mantener las medidas y estar listos», insistió la decana de Veterinaria de la Facultad en la UCV, campus Maracay.
Agregó que Venezuela ha dado pasos importantes, como la aprobación de proyectos para fortalecer la investigación y la infraestructura, pero la ejecución rápida de estos planes será determinante.
LA REALIDAD EN LA REGIÓN
La gripe aviar está presente en varios países de América, entre ellos Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Estados Unidos, México, Perú y Uruguay. La Secretaría de Salud de México informó el pasado viernes que fue detectado el primer caso de gripe o influenza aviar A (H5N1) en una niña de tres años en el estado de Durango (norte), cuya condición se reporta grave. En un comunicado, la autoridad sanitaria detalló que el resultado positivo del virus fue confirmado el martes 1º de abril por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE). «La paciente recibió inicialmente tratamiento con oseltamivir y actualmente se encuentra hospitalizada en una unidad de tercer nivel en la ciudad de Torreón y su condición se reporta grave», indicó la dependencia. La secretaría precisó que tras corroborar el resultado se notificó inmediatamente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), como establece el Reglamento Sanitario Internacional. La autoridad explicó que la OMS considera «bajo» el riesgo de salud pública de este virus para la población en general, por lo que el consumo de carne de pollo o huevos bien cocidos no representa peligro para la salud. En el mensaje se puntualizó que la influenza zoonótica es una enfermedad que puede transmitirse de aves u otros animales a los seres humanos. «Hasta el momento no hay evidencia de transmisión sostenida de persona a persona», enfatizó el comunicado. |