Uno de los puntos más controvertidos abordados por Saab fueron las campañas mediáticas que, según él, intentan erosionar la legitimidad de las instituciones venezolanas y desprestigiar el trabajo de la Fiscalía. En este contexto, mencionó los disturbios del 28 y 29 de julio, cuando la violencia se desató tras la derrota de la oposición en las elecciones. En aquella ocasión, según Saab, la Fiscalía documentó 28 fallecidos, 190 heridos y más de 500 bienes destruidos, entre ellos preescolares, centros de abastecimiento alimentario, estaciones de policía y ambulancias.
“No les importaron los muertos ni los heridos. Fue una coartada para incendiar el país”, afirmó Saab, aludiendo a lo que él define como una estrategia sistemática de la extrema derecha para socavar al Estado venezolano. Según el fiscal, los responsables de estos actos “intentan imitar las consignas de la izquierda revolucionaria, pero carecen de ideología y apoyo popular”. Saab fue tajante: “No tienen pueblo, no tienen propuestas, solo el terrorismo y la violencia”.
Para Saab, estas campañas no solo buscan deslegitimar a la Fiscalía, sino también distorsionar la percepción de Venezuela en el exterior, utilizando incluso “mentiras infames” como la detención de niños, un hecho que categóricamente negó: “En Venezuela no hay un solo niño detenido. Nuestra ley lo prohíbe”.