Instó a la República Cooperativa de Guyana a cumplir con sus deberes internacionales y “negociar de buena fe, pacífica y diplomáticamente con Venezuela, sin recurrir a la amenaza militar o del uso de la fuerza, usando potencias extra regionales
Agencia AVN
Mediante un comunicado, el Gobierno de Venezuela formalizó este lunes su posición oficial de no someter a terceros, incluida la Corte Internacional de Justicia (CIJ), las cuestiones relacionadas con su integridad territorial.
El texto, leído por la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, señaló que Venezuela presentó este lunes ante la CIJ un documento que amplía con pruebas adicionales la verdad histórica y la posición oficial en relación con su derecho soberano sobre la Guayana Esequiba, y advirtió que no acatará decisión alguna que emane de la solicitud fraudulenta presentada por la República Cooperativa de Guyana ante esa instancia internacional para intentar revivir el Laudo de 1899.
“Queda muy claro en esta posición oficial que Venezuela no ha reconocido, no reconoce y no reconocerá este procedimiento fraudulento ni acatará decisión alguna que de la misma emane”, sentenció la Vicepresidenta tras leer el contenido del comunicado, el cual también ratifica que el Acuerdo de Ginebra de 1966 es el único documento legal válido para la resolución de la controversia territorial.
Al respecto, Rodríguez señaló que Venezuela culmina así “la etapa de fase escrita de demostrar la verdad histórica del país sobre la integridad del territorio que heredamos del Libertador y de la historia de cómo se fraguó artificiosamente un conflicto con las grandes potencias de la época para pretender despojar a Venezuela de su territorio”.
“El Acuerdo de Ginebra sepultó para siempre la disputa sobre el Laudo arbitral criminal de 1899, convirtiendo una relación injusta e ilegítima, producto del colonialismo, en una ajustada al derecho internacional anticolonialista”, reza el comunicado en este sentido.
Asimismo, insta a la República Cooperativa de Guyana a cumplir con sus deberes internacionales y “negociar de buena fe, pacífica y diplomáticamente con Venezuela, sin recurrir a la amenaza militar o del uso de la fuerza, usando potencias extra regionales para reeditar la coerción estructural ejercida durante siglos” contra el país.