El presidente Nicolás Maduro destacó que el país es «admirado y querido en el mundo», lo cual ha quedado demostrado con las muestras de «importante solidaridad mundial» que está recibiendo en el marco de las amenazas de EEUU.
El jefe de Estado afirmó que su Gobierno trabaja «por el bien de Venezuela, sobre todo con base en el principio humano».
Estimó que «ningún país de Latinoamérica había sido amenazado con un submarino nuclear» y rechazó el retraso que estas acciones significan para la diplomacia mundial. «El mundo no puede ser como hace 100 años: te pongo cañones al frente y te rindes», sentenció al hacer alusión al despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe cercanas a Venezuela.
Asimismo, Maduro subrayó la importancia de una «diplomacia de altura y de paz», que envíe un mensaje de «dignidad y de trabajo» al mundo, por lo que aseguró que Venezuela continúa en la defensa de su territorio ante las amenazas del imperialismo norteamericano.
«Venezuela está defendiendo con serenidad y firmeza su derecho a la soberanía, a la integridad territorial, a la paz y estamos venciendo», enfatizó Maduro tras una Entrega de Cartas Credenciales en el Palacio de Miraflores.
Calificó de extraordinaria la diplomacia del país debido a que representa la dignidad del pueblo.