Validar las emociones nos ayuda a tomar conciencia y tener un mayor autoconocimiento.
Es decir, cuando la persona aprende a aceptar lo que le ocurre ante una determinada situación, deja que la emoción fluya sin resistirse y esto es verdaderamente importante para la salud y bienestar.
¿Qué significa validar las emociones?
Esto es un proceso en el cual el ser humano acepta lo que está sintiendo en un determinado momento, gracias a una determinada situación. Es escuchar al cuerpo y a los pensamientos.
Cuando aprendemos a validar nuestras emociones, también aprendemos a validar las de los demás, y esto repercute en la convivencia con los otros. Entender y aceptar lo que cada uno siente, permita entablar relaciones sanas, por ejemplo.
En tal sentido, acompañar en silencio, ofrecer compañía, no juzgar las emociones, desarrollar la escucha activa y dar la mano mientras alguien se expresa, es una manera de validar las emociones.
Su importancia
La validación es importante porque otorga valor y reconocimiento a lo que las personas sienten.
Si tomamos conciencia de su utilidad podemos comenzar a aceptar la tristeza o la rabia por más difícil que parezca, sin embargo, evitándolas solo se generará más dolor y dificultades, por ejemplo.
Por lo tanto, la clave está en escuchar al cuerpo y la mente, etiquetar el sentimiento, y una vez identificado, buscar cómo reducir la emoción de manera paulatina.
Recordemos que todas las emociones tienen por objeto buscar la solución a algo particular que ocurre, y negarlas, o tratar de reprimirlas causaría mayores molestias. Tales como, perjudicar el estado de ánimo, la forma de actuar, etc.
En conclusión, validar la emoción provoca sensación de comprensión de la persona, reconocimiento de su experiencia, aumento de la verbalización de lo que piensa y siente. Además, aumenta la confianza y establece la base para crear una buena relación.
Con información de Diario 2001