Luego de un breve acto de asunción, donde se abstuvo de hablar ante la Asamblea Legislativa, el mandatario se apostó en una tarima a las afueras del Hemiciclo, con su banda y su bastón, para saludar a los seguidores que se agolparon en las inmediaciones.
“Hoy comienza una nueva era en la Argentina”, dijo Milei ante la multitud, minutos antes de asegurar que su Gobierno ha dado “por terminada una historia de decadencia”.
No obstante, el discurso del mandatario estuvo dedicado a enumerar la “herencia” recibida de su antecesor, Alberto Fernández, la que calificó como “la peor” de la historia, para anunciar un primer paquete de medidas económicas.
Entre las primeras medidas anunciadas por el mandatario fue el ajuste fiscal de cinco puntos del PIB que, según prometió, “caerá sobre el Estado y no sobre el sector privado”.
“No hay alternativa posible al ajuste, tampoco hay lugar para el debate entre el shock o el gradualismo”, dijo Milei, quien remarcó que Fernández había dejado “la bomba” de la deuda, el estancamiento del empleo formal, de una inflación desbocada y la caída del ingreso real. “Nos han arruinado la vida, nos han hecho caer por 10 veces nuestro salario”, agregó.
“Sabemos que será duro”, reiteró Milei, tras reconocer que la ciudadanía tendrá que hacer “supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios”. No obstante, apuntó que “la única forma de salir de la pobreza es la libertad”.
