Las bebidas energizantes, son un “alimento” que podemos encontrar con facilidad en cualquier tienda o supermercado, y a los que recurrimos cuando necesitamos una recarga extra en nuestro cuerpo porque el sueño o el cansancio nos ha pasado factura.
Aunque a simple vista parece una bebida como cualquier otra, solamente que con propiedades especiales que te ayudan a tener mayor energía durante el día.
Realmente no son tan inofensivas como parecen, pues en los últimos años se ha creado una alerta por la preocupación ante el creciente número de jóvenes que pierden la vida debido al consumo de bebidas energéticas.
Un fenómeno de consumo que está acarreando graves problemas para la salud, convirtiendo las bebidas energéticas como básicamente en un veneno silencioso que se puede encontrar en cualquier lugar.
Entre el ajetreo de la vida y las labores diarias para cumplir con nuestras obligaciones en el estudio del trabajo u otras actividades. A veces las 24 horas del día no son suficientes para cumplir con todos los pendientes de nuestra agenda.
Es por eso que cada vez se reducen más las horas de sueño, y restamos tiempo al descanso que es tan importante para nuestro bienestar físico y mental.
Por lo que irremediablemente terminamos cansados y agotados, a veces sin la energía suficiente para llevar a cabo nuestro día. Es aquí donde las bebidas energéticas, se han convertido en una especie de pócima mágica de salvación dándonos la recarga que necesitamos.
Pero sin saber, el costo que pagamos con los graves riesgos para nuestra salud, cuando consumimos este tipo de bebidas que siguen acabando con la muerte de más personas.
De acuerdo con los datos más recientes del Instituto de Salud Global, la cifra de muertes en jóvenes de 18 a 25 años por el consumo de bebidas energéticas ha tenido un aumento exponencial del 30% en los últimos cinco años.
Además, la combinación de ingredientes como la cafeína taurina y azúcares, los tres principales componentes de las bebidas energéticas, se convierten en uno de los peores enemigos para nuestro cuerpo.
Ya que el consumo de estos componentes en grandes cantidades, puede tener efectos adversos en nuestro sistema cardiovascular y nervioso, especialmente en los jóvenes que aún se encuentran en desarrollo.
Generando trastornos de sueño, nerviosismo, aumentando los niveles de ansiedad y desencadenando graves problemas cardiovasculares, especialmente en personas con antecedentes médicos.
Es por eso, que el llamado de los expertos para prevenir más muertes a causa del consumo de bebidas energéticas en los jóvenes. Es encontrar el shot de energía que necesitan para sus actividades diarias, a través de rutinas saludables.
Como por ejemplo, la importancia de dormir entre siete a ocho horas diarias, incluido una dieta de alimentación balanceada. Con fuentes de energía natural como carbohidratos, proteínas, grasas saludables u otros súper alimentos y manteniéndonos muy bien hidratados.
Para así, tener energía en el día a día sin afectar nuestra salud física y mental con el consumo de bebidas energéticas que son perjudiciales para nuestro cuerpo.