El comportamiento de los perros en ocasiones es sumamente peculiar. Aunque comparten muchas cosas con los humanos, ya que conviven con nosotros y acaban repitiendo de alguna forma lo que ven de sus amos, hay actitudes que parecen innatas a su especie. En realidad, así es, ya que si los comparamos con otros animales de compañía, como los gatos, no se parecen en absolutamente nada.
Una de sus peculiaridades es que les encanta dormir, lo cual les empareja bastante con nosotros, aunque en nuestro caso acabemos haciéndolo durante un número de horas mucho menor. Muchos les envidiarán por ello. Su vida consiste en jugar, comer y dormir. Y precisamente en esto último habrás notado que cuando se recuestan les encanta hacer un movimiento bastante repetitivo y podría ser que hasta maniático: encoger el cuerpo como si hiciera un cero.
«Esto les mantiene calientes, ya que es como si se metieran en una pelota para conservar el calor corporal»
Puede parecer una mera cuestión de comodidad. Pero Margaret Gruen, profesora de medicina del comportamiento de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, asegura que responde a una razón evolutiva. «Cuando los perros duermen en la naturaleza, especialmente en lugares fríos, cavan un nido y se acurrucan en él», asegura en la página web Vet Street. «»Esto les mantiene calientes, ya que es como si se metieran en una pelota para conservar el calor corporal». También protege a sus órganos más vulnerables de posibles depredadores.
En realidad, es similar a lo que podemos hacer nosotros en una gélida noche de invierno o cuando tenemos mucho frío y nos metemos en la cama. De manera instintiva, nos taparemos hasta arriba y procederemos a subir las rodillas hacia el torso, como si nos estuviéramos protegiéndonos de una amenaza. En realidad, Gruen argumenta que en el caso de los perros este comportamiento viene de ahí, como si fuera una especie de ritual para protegerse.
Una especie de nido
Otra de las razones que aporta, en declaraciones recogidas por Mental Floss, es que de alguna forma está haciéndose una especie de nido con su propio cuerpo. Aunque esté perfectamente a salvo en casa, a menudo emergen sus instintos básicos de supervivencia cuando está a punto de dormirse, ya que eso le sume en un estado sumamente vulnerable. No lo hacen siempre, como es obvio, pero sí muy a menudo. Si quieres conocer más sobre el particular comportamiento de estos animales de compañía, aquí van algunos de ellos.