|| David Marcano Duarte || Fotos Rodolfo Gamarra
A pocos días para cumplirse dos años del deslave ocurrido en El Castaño, norte de Maracay, las grietas que se observan en calles y estructuras, son como heridas abiertas que no permiten dejar en el pasado lo ocurrido en la tarde del 17 de octubre de 2022, cuando el río Palmarito salió de su cauce para arrasar con todo lo que encontró a su paso, incluso la vida de dos personas.
Algunos de los que habitan las zonas impactadas recuerdan lo vivido con el mismo asombro que sintieron aquel día. Rony Romero, vecina afectada, denunció que muchos se sienten olvidados por las autoridades, que en su momento prometieron ayuda a los afectados.
Señaló que su vivienda, ubicada en lo que era la calle de servicio del sector Potrero de la urbanización Palmarito, tiene algunos servicios básicos gracias al apoyo de algunos vecinos.
Detalló que hace un año logró extender una manguera de riego desde casas vecinas, lo que le permite tener agua en su hogar. Lo mismo que el servicio eléctrico, “porque en ese momento las piedras e inmensos árboles que bajaban por el río arrasaron con todo a su paso, incluso postes del tendido eléctrico”.
Resaltó que después de varios reclamos en Corpoelec y Minaguas, nunca obtuvo respuesta concreta. “Los funcionarios exigían hacer un proyecto, para lo que no tengo recursos ni conocimiento”, dijo.
Por su parte, una habitante de la calle Los Chaguaramos de la misma urbanización, que no quiso ser identificada, mencionó que entre los problemas que los afecta está la vialidad con inmensos huecos y la falta de alumbrado público.
“Estar en las calles en la noche se ha convertido en una amenaza para los que habitamos en esta zona, los postes del alumbrado tumbados en el deslave, nunca han sido restituidos y eso nos mantiene muy preocupados”, agregó.
Exhortó a las autoridades a no olvidar que son víctimas de un hecho natural y que hace dos años esperan el cumplimiento de las promesas efectuadas “al calor del momento”.
¿QUÉ OCURRIÓ?El 17 de octubre de 2022, parte de la urbanización El Castaño fue arrasada por un deslave en la cuenca de la quebrada Palmarito, una semana después de la tragedia natural que impactó Las Tejerías, en el municipio Santos Michelena. De acuerdo a un censo efectuado por los vecinos, la tragedia impactó un total de 470 casas: 27 declaradas con pérdida total, 134 con daños graves y 309 con afectaciones leves. Posteriormente, la comunidad elaboró un informe bajo la asesoría de profesionales de diversas áreas de la ingeniería de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en el que dejaron constancia que en la zona alta de esa urbanización hubo deslizamientos que saturaron el suelo y produjeron presas naturales. El documento fue entregado en 2023 -justo cuando se cumplió un año- al Consejo Legislativo del estado Aragua (Cleba), tras lograr un acuerdo para exponer las propuestas a los legisladores, pero los vecinos no fueron atendidos. |
