El papa Francisco elogió este sábado a los donantes de sangre por su “gesto desinteresado y anónimo” en “un mundo contaminado por el individualismo”, a recibir a miembros de la Federación Italiana de Asociaciones de Donantes de Sangre (FIDAS).
“Este gesto os hace felices. Das gratuitamente a los demás una parte importante de ti, tu sangre, y ciertamente conoces la felicidad que surge de compartir”, los dijo.
Y agregó que en un mundo “contaminado por el individualismo, que a menudo ve en los demás más un enemigo con el que luchar que un hermano al que enfrentarse, vuestro gesto desinteresado y anónimo es un signo que supera la indiferencia y la soledad, supera las fronteras y derriba barreras”.
“El donante no sabe a quién irá su sangre, ni tampoco la persona que recibe una transfusión sabe quién es su benefactor. Y la sangre misma, en sus funciones vitales, es un símbolo elocuente: no se fija en el color de la piel, ni en la filiación étnica o religiosa de quien la recibe, sino que entra humildemente donde puede, intentando alcanzar, corriendo. a través de las venas, de cada parte del organismo, para llevarle energía. Así funciona el amor”, agregó.
Y estaco que, “en este sentido, es significativo el gesto de extender el brazo, que se realiza en el momento de la toma de muestras. Es muy similar a lo que hizo Jesús en su Pasión, cuando voluntariamente extendió su cuerpo en la cruz”.
Con información de EFE