Los suplementos vitamínicos, en exceso son perjudiciales para el desarrollo normal del cuerpo. Lo ideal es que los mismos sean recomendados por un especialista.
Suplementos y excesos
Si consumes suplementos multivitamínicos, por lo menos deberías tener una justificación de salud y una prescripción médica. Ya que hay personas propensas a sufrir deficiencias de nutrientes, y cuáles son los que realmente necesitan.
– Ácido fólico: Mujeres con planes de dar a luz y embarazadas hasta la semana 12 de gestación.
– Vitamina D: Embarazadas, lactantes de seis meses a cinco años de edad, adultos mayores de 65 años, y personas que no reciben tanto sol, como por ejemplo, las musulmanas.
– Vitaminas A y C: Niños de seis meses a cuatro años de edad. Sobre todo, aquellos con trastornos alimenticios que se niegan a comer ciertos alimentos, lo cual impide que se nutran de manera adecuada y que su crecimiento sea óptimo.
Prevenir
Excepto aquellas personas en ciertas etapas de la vida y condiciones de salud, es recomendable suspender el uso de suplementos multivitamínicos, para evitar posibles complicaciones, y evaluar con un médico cómo tener un nivel regular a través del aporte alimentario.
Moderación
Una persona sana necesita consumir alimentos ricos en vitaminas, como frutas y verduras. Estas fuentes naturales aportan la cantidad necesaria de este tipo de nutrientes para un correcto funcionamiento del cuerpo, y así evitar el desarrollo de enfermedades.
Efectos en el organismo
Sobrepasar los estándares regulares de un tipo de vitaminas, está relacionado con ciertas dolencias, entre las que se encuentran:
A. Náuseas, fatiga, estreñimiento, pérdida de peso, falta de apetito, dermatitis, o un desarrollo de los huesos alterado.
B1. Efectos tóxicos debido a su administración por vía parenteral, y no oral o digestiva.
B3. Mareos al sentarse o ponerse de pie con rapidez; falta de energía, debido al desgaste de glucosa; riesgos cardiovasculares, y disminución de la movilidad durante el ejercicio.
B9. Daños hepáticos e hipertrofia, o un crecimiento desmesurado del hígado.
B12. Urticaria, disminución del apetito y un descenso de potasio en el organismo.
C. Padecimientos intestinales y digestivos. Si el exceso persiste, aumenta el riesgo de formar cálculos renales.
E. Dolor abdominal, náuseas y tendencia a la coagulación de la sangre.
D. Calcificación de los tejidos, haciendo que la piel se endurezca y dificulte el movimiento muscular; fatiga, inapetencia, náuseas, problemas de crecimiento, daños renales y cardiovasculares.
K. Anemias y afección en la función del hígado.
Dato
Es poco frecuente que ocurra una intoxicación por consumo en exceso de dosis de vitaminas que la recomendada a través de los alimentos, frutas y verduras.
Con información de Diario 2001