Hacer papel reciclado en casa es más fácil de lo que crees, además de que estarás ayudando al medio ambiente al reutilizar productos.
Las grandes industrias encargadas de elaborarlos liberan grandes emisiones de dióxido de carbono, por lo que el papel reciclado será una gran ayuda para el planeta. Por ello, este papel hecho en casa con residuos puede reducir el costo energético empleado hasta en un 60%.
Según la Fundación de Ecología y Desarrollo (ECODES), por cada tonelada de este material que se recoge y se recicla, se ahorra 2 metros cúbicos de vertedero, 140 litros de petróleo, 50.000 litros de agua y la emisión de 900 kilos de dióxido de carbono.
Ahora bien, te preguntarás ¿se puede reciclar todo tipo de papel? La respuesta es no. No todos los papeles poseen los mismos componentes. Partiendo de la premisa que indica que lo que se recicla es la celulosa, solo los papeles con este contenido podrán reciclarse.
Entre los tipos que contienen celulosa y que sí se pueden reciclar se encuentran:
– Revistas y periódicos.
– Cajas y cartones.
– Volantes y folletos.
– Hojas de papel, ya estén escritas, fotocopiadas o impresas.
Los que contienen poca celulosa o que han estado en contacto con agentes contaminantes, y por ende no se pueden reciclar, están:
– Higiénico.
– Fotográfico o fax.
– Encerado o con parafina.
Presume del papel hecho en casa
Ponte manos a la obra y sé parte de los que ayudan al ecosistema reutilizando y dando una segunda vida a los objetos
Para comenzar a elaborar tu papel reciclado, pica en trocitos pequeños todos las hojas que vayas a reciclar. Una vez que tengas todo en pequeños trocitos, añádelos en un recipiente con agua caliente. La cantidad de agua deberá ser el doble del peso total del papel.
Déjalo en remojo por varias horas, hasta que notes que el papel se deshaga. En este punto llegó el momento de triturar todo. Puedes utilizar la licuadora para ir triturando poco a poco toda la cantidad de mezcla que poseas.
Una vez que tienes todo licuado y ya tienes una pasta homogénea, puedes añadir unas gotas de colorante si deseas el papel con un color especial. Si no le agregas colorante obtendrás un papel grisáceo muy artesanal.
Cuela y escurre la mezcla eliminando todo el exceso de agua posible y luego procede a aclarar con agua fría. Vuelve a escurrir.
Extiende la pasta de papel sobre una malla dándole el tamaño y el grosor deseado. Pasa una esponja sobre el papel para terminar de retirar el agua acumulada que haya quedado.
Vuelca la hoja sobre una tela delgada húmeda y vuelve a presionar con suavidad la hoja, todo sin quitar la malla. Retira la malla y tapa la hoja con otro pedazo de tela.
Ponlas a secar. Una vez secas ya podrás utilizar tu papel reciclado.
Con información de Diario 2001