El diez por ciento de las intervenciones quirúrgicas de la pared abdominal, pueden presentar eventraciones posteriormente, producto de múltiples factores después de la cirugía.
Por lo que antes de entrar al quirófano el médico tratante o cirujano realiza previo una serie de exámenes y toma en cuenta el antecedente personal y familiar e historial general.
Pero, ¿qué son las eventraciones o hernia ventral? Es un defecto del músculo que se genera como consecuencia de una mala cicatrización de una incisión realizada.
Es semejante a un saco o bulto que se forma cuando el recubrimiento interior del abdomen se sale a través de un orificio.
Causas que se dan las eventraciones
Según estudios realizados por especialistas, aproximadamente 10% de las intervenciones quirúrgicas abiertas de la pared abdominal, muestran eventraciones posteriormente.
Tampoco la cirugía laparoscópica escapa al problema, aunque las incisiones son mucho más pequeñas y el riesgo es menor.
Estas incidencias pueden aparecer entre el 1 y el 16% en los pacientes. Pueden estar relacionadas además con problemas con sobrepeso u obesidad, la diabetes, una mala sutura e incluso el embarazo, pueden predisponer a la persona a sufrir eventraciones.
Riesgos
Los riesgos de las eventraciones son los mismos de las hernias y pueden ocasionar graves problemas si no son atendidas a tiempo; uno de ellos es la obstrucción intestinal por adherencias o atascamiento.
Síntomas
El paciente que sufre de una eventración puede o no presentar dolor. Lo más frecuentes son:
Malestar abdominal, sobre todo después de realizar ejercicios, largas caminatas o de estar mucho tiempo de pie.
Tos
Estornudos
Defecaciones
Náuseas y vómitos.
¿Qué hacer en estos casos?
Algunos médicos cirujanos recomiendan una cirugía, que puede ser abierta o laparoscópica. La operación abierta implica más dolor debido a la herida más grande, así como más tiempo de recuperación y mayor riesgo de infección.
Por el contrario, la laparoscópica provoca menos dolor, las heridas son más pequeñas, la persona se reincorpora más rápido al trabajo y los riesgos de infección se reducen al mínimo.
El tiempo de recuperación, dependiendo de la cirugía, es de una a dos semanas y el paciente debe cuidar bien la herida, utilizar una faja y no hacer esfuerzos en los siguientes seis meses de operado.
Con información de D2001