Esta deliciosa salsa venezolana es imperdible a la hora de hacer una parrila, comer empanadas, arepas o acompañar casi cualquier comida.
La guasacaca venezolana tiene un sabor único y a diferencia de la típica vinagreta de aguacate, la guasacaca es mucho más ligera y líquida.
Para hacer una auténtica guasacaca empieza por pelar el aguacate. Pártelo por la mitad y retira toda la pulpa con ayuda de una cuchara. Reserva el hueso (semilla) y coloca el aguacate en la licuadora o en un pica todo.
Pica finamente la cebolla, los ajos y el pimientos y mezcla todo esto con el aguacate. Si quieres que la salsa te quede más líquida puedes hacerlo todo en la licuadora, pero si prefieres que se sientan los trocitos dentro de la guasacaca, mejor hazlo a mano.
Pica también muy fino los ramilletes de cilantro y perejil. La cantidad es al gusto pero procura usar lo mismo de cada uno para que no predomine ningún sabor.
Ahora termina de formar la guasaca venezolano añadiendo a la mezcla aceite y vinagre hasta conseguir una salsa suave y ligera. Sazona con sal y pimienta al gusto.
La diferencia de la guasacaca venezolana al típico guacamole mexicano es que más que un dip, es una salsa de textura más suave y líquida. El sabor es totalmente distinto y te aseguro que le dará tus platos un gusto irresistible.