Los estimulantes naturales son sustancias que ayudan a mejorar el rendimiento deportivo, la capacidad de respuesta física y hasta ganar energía.
Generalmente se utiliza para ayudarnos a sentirnos menos cansado y llenos de vitalidad.
En la mayoría de los casos son plantas que se ingieren en forma de infusión o en forma de complemento alimenticio.
Para nadie es un secreto que en la actualidad puede hacerse difícil mantener el ritmo, porque la vida se vive de prisa y sin querer terminamos agotados, estresados y sin fuerza.
No obstante, ciertas plantas pueden revitalizar y devolver el entusiasmo perdido, hasta ayudarnos a remontar el cansancio o la falta de tono.
Expertos señalan que los estimulantes activan el sistema nervioso simpático; este se encarga de mantener los estados de alerta, imprescindibles para abordar muchas circunstancias vitales.
Al activarse el sistema simpático, aumentan la presión sanguínea, la frecuencia cardiaca y el flujo sanguíneo del cerebro y los músculos, se dilatan las pupilas y se incrementa el apetito.
En conclusión, la persona que ingiere estimulantes naturales se siente más alerta y preparada para enfrentar su día con energía.
Cabe acotar que, la cafeína presente tanto en el café como en el té y la cola, es por tanto el estimulante más habitual. No suele tener efectos adversos si no se abusa de ella, pero puede crear cierta adicción.
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Algunas opciones
El ginseng es una planta estimulante que actúa sobre el sistema nervioso central. Su consumo incrementa la resistencia física y la capacidad de adaptación a los cambios y el estrés. Se puede tomar en decocción, por ejemplo, una taza al día por la mañana; o tintura, extracto líquido o cápsulas.
Pero se debe evitar a partir de media tarde y en caso de taquicardias, tensión alta o insomnio.
Otro estimulante es el romero, pero tiene fama de ser más suave. Es un tónico con un claro efecto reparador, útil frente al cansancio físico y mental.
Estimula el sistema nervioso central, infunde cierta euforia y energía y ayuda a combatir la debilidad y la fatiga.
Según estudiosos de la materia, tiempo atrás la gente del campo lo usaba para afrontar las duras jornadas de faena física.
Se toma en infusión, una o dos tazas al día; o bien en tintura alcohólica, unas 50 gotas al día, disueltas en agua o zumo.
También se puede utilizar la menta, este es un estimulante del sistema nervioso, que se recomienda como apoyo para reducir la fatiga y para mitigar los dolores espasmódicos y la migraña, con la ventaja de su grato sabor.
Este tiene propiedades no solo estimulante, también digestiva, antiespasmódica, analgésica, antiséptica, expectorante y aromatizante.
Como estimulante se puede tomar en infusión tres tazas al día, en tintura, extracto y jarabe, y el aceite esencial en baños, masaje y vapores.
Con información de Diario 2001
