El expresidente brasileño Jair Bolsonaro rindió ayer testimonio en la sede de la Policía Federal sobre sus acciones antes de los ataques del 8 de enero a edificios del gobierno en Brasilia.
Una semana después de la juramentación de su sucesor izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, partidarios de Bolsonaro asaltaron y vandalizaron los edificios del Tribunal Supremo, el Congreso y el palacio presidencial. Cientos de ellos irán a juicio.
El procurador general Augusto Aras dijo el 14 de abril que Bolsonaro “presuntamente alentó la comisión de crímenes”. El expresidente abandonó el país después de su derrota y se encontraba en Orlando, Florida, durante los ataques. Ha negado cualquier vinculación con ellos.
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