|| Rodolfo Gamarra
La llamada “Noche de los Muertos” no forma parte de la cultura venezolana y tiene un trasfondo oscuro, “no adecuado para los cristianos”
El fin de octubre y el inicio de noviembre son tiempos que se asocian con dos celebraciones que están relacionadas con la muerte, pero que tienen orígenes y sentidos distintos: Halloween y el Día de los Difuntos. ¿Qué significan estas fiestas y cómo se relacionan con la cultura venezolana y la fe cristiana?
Halloween es una tradición que viene del mundo anglosajón, en específico de los celtas, que encendían hogueras en las colinas para ahuyentar a los espíritus malignos.
Luego, con la influencia de los colonos ingleses e irlandeses, esta fiesta se popularizó en Estados Unidos, donde se convirtió en una celebración comercial, en la que los niños disfrazados van por las casas de su vecindario y piden dulces.
El padre Jesús Díaz, párroco de la Catedral de Maracay, explicó que esta celebración no forma parte de la cultura nacional y que tiene un trasfondo oscuro, no adecuado para los cristianos.
“El origen de esta práctica es lo que lo hace inadecuado y es ahí donde la iglesia nos alerta, pues no debemos celebrar las cosas del mal”, dice.
TRADICIÓN PROPIA
El párroco de la catedral de Maracay dijo que por el contrario, el Día de los Difuntos es una conmemoración católica cada 2 de noviembre, “en la que se ora por todas aquellas personas que ya no están entre nosotros y que encomendamos a la misericordia del Señor”.
El padre Jesús Díaz señaló que este día recuerda que “somos humanos y que la muerte forma parte de esta condición, pero también que tenemos esperanza en la resurrección”.
Así, la iglesia invitó a celebrar la Festividad de Todos los Santos el 1° de noviembre, donde podemos utilizar disfraces relacionados con la vida de los consagrados, y la conmemoración de los fieles difuntos. “El 2 de noviembre es costumbre visitar los cementerios y rezar por nuestros seres queridos”.
El sacerdote destacó que estas dos celebraciones son una oportunidad de reflexionar sobre el sentido de la vida y la muerte desde una perspectiva cristiana.
DULCE O TRUCOLa historia del famoso “truco o trato” también proviene de tradiciones antiguas. Como ya lo mencionamos, durante el Samhain se dejaba comida para distraer y ahuyentar a los espíritus malignos, pero también algunas de las personas que se disfrazaban realizaban pequeñas actuaciones a cambio de comida y bebida. Cuando la celebración evolucionó con la influencia del catolicismo, las personas en Escocia e Irlanda comenzaron a ir de casa en casa a pedir un postre conocido como “soul cake” (tarta de almas) a cambio de oraciones por las almas de las personas de esa casa, así como de los seres queridos que ya habían fallecido y se encontraban en el Purgatorio. Con el tiempo se fueron sustituyendo los rezos, y niños y jóvenes ofrecían cantar una canción, recitar un poema o hacer algún otro truco divertido a cambio de fruta, nueces o monedas. Sin embargo, a pesar de que la tradición de disfrazarse en Halloween y pedir comida o golosinas proviene de estos países, el “truco o trato” no era parte de esa costumbre y los niños solían pedir “ayuda a la fiesta de Halloween” cuando realizaban sus recorridos disfrazados. Quizás muchos suelen relacionar Halloween como se conoce hoy en día con Estados Unidos, pero el origen de la frase “truco o trato” aparentemente es canadiense. De acuerdo con diversas referencias bibliográficas, la tradición de llevar a los niños disfrazados a pedir dulces de casa en casa en Norteamérica aparece registrada por primera vez en Ontario, Canadá en 1911, fruto de la influencia de los inmigrantes escoceses, irlandeses e ingleses de la época. Fue en esa misma provincia donde se registró por primera vez la frase “truco o trato” en 1917, para posteriormente extenderse a Estados Unidos, donde comenzó a utilizarse alrededor de 1930, estableciéndose como una festividad importante de la cultura estadounidense en la década de 1950. |
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“No se trata de rechazar o condenar a quienes participan en Halloween, sino de ofrecer una alternativa más acorde con la cultura venezolana y nuestra fe”, enfatizó Díaz.