|| Rodolfo Gamarra
***El Estado debe asegurar que todos tengan acceso a una educación de calidad, con igualdad de oportunidades e inclusión
El 15 de enero de 1932 marcó el inicio de una historia de lucha para los educadores en el país, con la fundación de la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria. Según Richard Rivas, presidente del Colegio de Profesores del estado Aragua, este fue el primer paso de una larga trayectoria en búsqueda de la reivindicación de sus derechos y la mejora de la educación en el país.
En 1936, la creación de la Federación Venezolana de Maestros consolidó este movimiento.
El profesor señaló que figuras como Luis Beltrán Prieto Figueroa, fundador de ambas instituciones, y Miguel Suniaga, primer presidente de la Federación Venezolana de Maestros, encabezaron esta lucha inicial, junto a otros educadores como Roberto Martínez Centeno, Víctor M. Orozco, José Antonio López, Isabel Delgado Sarmiento, Ana Gertrudis Ohep y Virginia Martínez, formaron una junta directiva que marcó la pauta para el futuro del magisterio.
TIEMPOS DE REFLEXIÓN
La labor de los maestros venezolanos ha sido fundamental en la formación de ciudadanos.
La conmemoración de este día, según Rivas, es una ocasión para reflexionar sobre las batallas y los logros del magisterio en su búsqueda de una educación de calidad, condiciones laborales dignas y respeto a sus derechos.
Las ideas de Luis Beltrán Prieto Figueroa, siguen vigentes, según el presidente del gremio. Su obra, “El Estado Docente”, destaca la importancia de la educación para construir una sociedad democrática y justa. Prieto Figueroa abogaba por un sistema educativo inclusivo y equitativo.
Al seguir este ejemplo, el profesor Rivas destacó que el Estado debe asegurar que todos tengan acceso a una educación de calidad, con igualdad de oportunidades e inclusión.
El Estado también tiene la responsabilidad de proporcionar recursos de las instituciones educativas y para la formación de los docentes.
EL MAESTRO, UN AGENTE CLAVE
Rivas expone que Prieto Figueroa veía al maestro como un agente clave en el proceso educativo, con un rol que va más allá de la enseñanza de contenido, si no también, para formar ciudadanos críticos y participativos. Prieto Figueroa defendía una educación integral, enfocada en el desarrollo académico, emocional, social y moral de los estudiantes. Los fines de la educación, según este maestro, incluyen formar ciudadanos responsables y comprometidos con la democracia, reducir desigualdades sociales y promover el desarrollo integral.
Según Rivas, en la actualidad, el magisterio venezolano enfrenta una crisis por la falta de valoración por parte del patrono en relación con su bienestar económico y seguridad social. Además, muchas infraestructuras educativas están deterioradas, lo cual impide que se hable de una educación de calidad, ajustada a los requerimientos del siglo XXI. Sin embargo, los docentes han mantenido su mística y compromiso con la educación de los venezolanos.
A pesar de las dificultades, los docentes han salido a la calle por más de cuatro años en busca de mejoras salariales, ambientes de trabajo adecuados y la discusión de su convención colectiva, indicó Rivas.
Los principios que llevaron a la primera organización gremial en 1932 siguen vigentes: luchar por un modelo educativo justo, integral y de calidad, fundamentado en valores democráticos y humanistas, menciona Rivas.
