La asistencia de cada grupo será de 2 a 3 días con la posibilidad de que pueda aumentar o reducirse
Luis Chunga/Fotos Cortesía
Fausto Romeo, presidente de la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados (Andiep), reiteró que el regreso a las clases presenciales es necesario porque hace falta contabilizar la realidad del sistema educativo, luego de casi 18 meses con las instituciones cerradas.
Explicó que lo que debe contabilizarse es la situación actual de más de 8.500 estudiantes, 28.000 planteles públicos y más de 4.000 privados en el país, así como identificar la realidad de más de 380.000 docentes activos y al menos 150 trabajadores administrativos y obreros del sector.
Añadió que es una necesidad y debe hacerse de manera controlada, siguiendo un plan bien estructurado que permita mantener la bioseguridad de acuerdo a las necesidades en las instituciones.
“Se tienen que crear grupos (burbujas) en los que solamente interactúen para reducir el número de contagios potenciales, la asistencia de cada grupo será de 2 a 3 días con la posibilidad de que pueda aumentar o reducirse”.
Según Romeo, el uso de los baños debería ser limitado y cada espacio deberá tener un control de entrada.
“Los bebederos de agua deben clausurarse por ser posibles focos de contagios, por lo tanto cada estudiante debería llevar su recipiente con agua”.
Asimismo, el presidente de la Andiep, es de la idea que la asistencia no puede ser obligatoria y que el sistema 7+7 no puede aceptarse, “pues restringe la cantidad de clases presenciales que un alumno podría recibir”.
Recomendó que garantizar que el personal obrero, administrativo y docentes, estén vacunados para evitar transmisiones del virus.
“La paralización de las actividades es un problema porque un año del sistema educativo detenido, equivale de 3 a 5 años para el desarrollo del país, es por eso que Andiep recomienda que debe impulsarse la formación de nuevos educadores en el país y mejorar su retribución salarial”.