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El aspirante a la gobernación de Aragua, considera que en el estado se pueden lograr consensos para evitar que ganen los candidatos oficialistas
Concluido el proceso de postulaciones y correcciones de candidatos a las elecciones regionales del 21N, Luis Eduardo Martínez, diputado a la Asamblea Nacional (AN) y candidato a la gobernación de Aragua, consideró que “aún están a tiempo de presentar candidaturas únicas, un programa marco y padrón electoral unitario que harán posible a quienes nos empeñamos por una Venezuela diferente, obtener una gran victoria en los comicios”.
Para el abanderado de la Alianza Democrática “si bien los ajustes no tendrían efectos en el tarjetón electrónico de votación, correctamente orientados los electores, se volcarían en las opciones opositoras dado el amplísimo rechazo al Gobierno que inevitablemente se transferirá a los candidatos oficialistas”.
LO QUE PODRÍA OCURRIR
Martínez, militante de AD, recordó que hay 67.668 postulados opositores enfrentados contra 3.082 oficialistas, compitiendo por 3.082 representaciones.
“Es obvio que ante esa multiplicación de candidatos, en unos comicios con observación internacional y auditorias que certifican lo blindado del proceso, la oposición se avecina a una paliza monumental que la ridiculizará frente al mundo”. “Hago un llamado a la sensatez y dejar atrás rencillas y mezquindades. Nada hoy nos separa porque todos los postulados, postulantes y quienes nos siguen, creemos en el voto y en la participación”.
En el caso de Aragua, manifestó tener confianza que lograrán acuerdos. “Conozco las credenciales, los méritos y luchas de los postulados en la entidad por lo que espero encontremos alternativas, no solo para ganar las elecciones juntos, sino mas importante para gobernar juntos”.
LA INICIATIVA
Agregó que en las próximas horas hará llegar “propuestas concretas de la cual espero respuesta positiva, porque reitero: sé del deseo de cada uno porque Aragua sea diferente”.
En el caso de no conseguir alianzas, instó a los postulados a hacerse las siguientes interrogantes: ¿Cómo mirar a los ojos de nuestros hijos, familias, vecinos, del pueblo que decimos representar, sino somos capaces de ponernos de acuerdo para legarles el mañana que se merecen?”.
