|| Yirvis Vásquez / Fotos Cortesía
Especialista recomienda agradecer por lo que se tiene y que estas fechas sean disfrutadas más allá de lo material
La temporada de las fiestas decembrinas con frecuencia trae consigo unos invitados no deseados como el estrés y la depresión. Y no es de sorprender. Las fiestas con frecuencia presentan una gran cantidad de exigencias, preparar comidas, hacer compras, hornear, limpiar y recibir visitas, en medio de una situación económica algunas veces limitada.
Al conversar con el psicólogo clínico, Reinaldo Olavarrieta, vicepresidente del Instituto Venezolano de Terapeutas Cognitivo-Conductuales y vicepresidente del Colegio de Psicólogos del estado Miranda, manifestó que lo importante de esta época es disfrutar en familia a pesar de quizás no contar con las exigencias de una tradición.
“Desde el punto de vista psicológico todo lo que son los rituales decembrinos, van más allá de regalos, cenas o todos los rituales que se vienen heredando, la finalidad es compartir con los seres queridos”.
El especialista detalló que a pesar de no contar con la cena como es costumbre con la hallaca, el pan de jamón o no poder comprar o dar los regalos que queremos en estas navidades.
“Normalmente nos debe importar es que estemos compartiendo con lo seres queridos, tengamos salud, que sepamos valorar lo que tenemos y no enfocarnos en lo que carecemos”.
Olavarrieta precisó que ciertamente se pueden poner como meta lo que no se logró este año. “Siempre es importante que agradezcas que tengas qué comer y que estás en unión en familiar, para que estas fechas sean disfrutadas más allá de lo material”.
BUSQUE LA TRANQUILIDAD
Acepte sus sentimientos. Si alguien cercano recientemente ha muerto, o si no puede estar con sus seres queridos por otras razones, recuerde que es normal sentir tristeza y angustia. Está bien tomarse el tiempo para llorar o expresar sus sentimientos. No se puede forzar a estar feliz solo porque es la temporada de las fiestas.
Busque apoyo. Si se siente solo o aislado, busque eventos de la comunidad o religiosos, u otros en comunidades.
Si tiene estrés durante las fiestas, también puede ayudar hablar con un amigo o un familiar sobre lo que le preocupa. Intente el contacto con un texto, una llamada, o una conversación por video.
Ser voluntario o hacer algo para ayudar a otros también es una buena idea para darse ánimo y hacer nuevas amistades. Por ejemplo, considere llevar una comida y postre a un amigo en su casa durante las fiestas.
Sea realista. Las fiestas no tienen por qué ser perfectas o exactamente como las del año pasado. Al cambiar y crecer las familias, las tradiciones y los rituales con frecuencia también cambian. Elija algunos que quieras conservar, y acepte crear algunos nuevos.
Por ejemplo, si sus hijos adultos u otros familiares no pueden llegar a su casa, encuentre nuevas maneras de celebrar juntos, como compartir fotos.
Ignore las diferencias. Trate de aceptar a sus familiares y amigos tal como son, aunque no cumplan con todas sus expectativas. Ignore los agravios hasta tener un momento más apropiado para hablar sobre ellos. Y sé comprensivo si otros se disgustan o se angustian cuando algo sale mal. Es posible que también estén sufriendo los efectos del estrés y la depresión causados por las fiestas.
Limítese a un presupuesto. Antes de comprar regalos y comida, decida cuánto dinero puede gastar. Luego limítese a esa cantidad. No intente comprar felicidad con un montón de regalos.
Planifique con anticipación. Planifique días específicos para salir de compras, hornear, conectarte con amigos, y otras actividades.
Aprenda a decir no. Decir que sí, cuando debería decir no, puede hacer que se sienta resentido y abrumado. Los amigos y colegas van a entender si no puede participar en todos los proyectos o actividades.
Está bien tomar un respiro. Reserva tiempo para sí mismo. Encontrar una actividad que disfrute. Tome un descanso sin compañía. Pase 15 minutos solo, sin distracciones, puede refrescarse lo suficiente para enfrentar todo lo que necesite. Encuentre algo que reduzca el estrés aclarando la mente, haciendo más lenta su respiración y restableciendo su paz interior.
Busque ayuda profesional si la necesita. A pesar de sus esfuerzos, quizás encuentre triste o ansioso, acosado por problemas físicos, sin poder dormir, irritable y desesperanzado, sin poder enfrentar las tareas de rutina.
Tome el control de las fiestas. No deje que las fiestas se conviertan en algo que temer. En su lugar, sigue los pasos para evitar el estrés y la depresión que pueden desencadenarse durante las fiestas.